Sueña un sueño despacito, entre mi manos, hasta que por la ventana suba el sol.

Capítulo VII- El Principito

No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Estás, no estás.


¿Dónde estás, a dónde te escondés?
Te busco, te busco y no te veo.
¿Te fuiste o estás acá?
Porque te busco, te busco y no te veo.

Te siento, te escucho y te veo.
Te escapás como el aire, mi aire,
y ya no te siento, ni te escucho ni te veo.
¿Por qué te vas? ¿A dónde te vas?

Y no te espero, pero vos esperame,
que ya nos vamos a volver a ver..