Él sonrió y esos momentos que creía que no iban a volver, volvieron, los volví a vivir.
Él sonrió y sentí que su felicidad era mía, que su felicidad me llenaba ese vacío donde ahora está pintada su sonrisa.
Simplemente él sonrió.
Sueña un sueño despacito, entre mi manos, hasta que por la ventana suba el sol.
Máma la libertad siempre la llevarás dentro del corazon. Te pueden corromper, te puedes olvidar pero ella siempre está.
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